La minería es una industria fundamental en nuestra economía, y como gerente general de STN Minería filial del Grupo Saesa, quiero abordar dos de nuestros pilares fundamentales estratégicos: la seguridad y la eficiencia energética.
La seguridad de los trabajadores y la protección de nuestros activos son un intransable en nuestra compañía. Nada es más importante que la salud y el bienestar de quienes contribuyen diariamente el éxito de la industria. Nos esforzamos por implementar las mejores prácticas y tecnologías que garanticen un entorno de trabajo seguro. Esto no solo debería ser una obligación legal, sino un imperativo moral para todos.
Además, debemos ser conscientes de que la minería implica un alto consumo de energía, por lo que resulta fundamental gestionar los recursos energéticos de manera responsable y sostenible. Hoy, para reducir nuestra huella de carbono, debemos adoptar tecnologías más eficientes y explorar fuentes de energía renovable para alcanzar una matriz energética más limpia.
Nuestra visión debiese ser clara: la seguridad y la sostenibilidad energética son dos caras de una misma moneda. La seguridad de nuestros trabajadores y la eficiencia en el consumo de energía son fundamentales para garantizar la continuidad de nuestras operaciones y para contribuir al bienestar de las comunidades con las que compartimos, este es el gran desafío que todos debemos asumir. Estos dos pilares cruciales en la minería no son estáticos, como industria debemos cultivar una cultura de cambio y mejora continua. Esto implica estar dispuestos a adaptarnos a las últimas innovaciones en seguridad y tecnología energética, así como a aprender de nuestros éxitos y desafíos.
Al abrazar el cambio y la mejora constante, no solo cumplimos con nuestros compromisos éticos y ambientales, sino que también aseguramos un futuro sólido y próspero para la minería y las generaciones futuras. Este compromiso debe ser una parte inherente de nuestra identidad como industria y una manifestación clara de nuestro legado.
En resumen, la seguridad y la responsabilidad en el consumo de energía son convicciones que deben ser fundamentales para la minería y para toda la industria. No debemos valorar exclusivamente lo que extraemos de la tierra, sino también cómo lo hacemos. Nuestro compromiso con la seguridad y la sostenibilidad energética debe ser inquebrantable, y debemos trabajar incansablemente en conjunto para lograr un equilibrio que beneficie a la economía, a nuestros trabajadores y al mundo que compartimos. En nuestro caso, estos valores son la base de nuestra operación.